Concienciar sobre la función social de la comunicación y la actitud ética del comunicador en cualquiera de sus escenarios de acción para que ejerzan su profesión como agentes de desarrollo social y promotores del bien común, con criterios éticos y de calidad internacional.
Involucrar a los estudiantes en una cultura de investigación, a través del aprendizaje por descubrimiento, para que sean capaces de identificar problemas de comunicación y formulen a partir de estos proyectos de investigación social.
Entregar las herramientas teóricas al profesional en formación para que desarrolle un pensamiento analítico y complejo que le ayude a formular lecturas integrales de los contextos que le rodean (históricos, ideológicos, económicos, políticos, entre otros).